El sábado 7 de diciembre de 2019 la Dra. Haydee Reichard Cardona fue incorporada a la Academia Puertorriqueña de la historia.
A continuación el mensaje del Presidente de la Academia:
La doctora Haydée Reichard De Cardona nació en Aguadilla y se graduó de escuela superior en el colegio San Carlos Borromeo, en la misma Villa del Ojo de Agua. Hizo su bachillerato en Regis College, Weston, Massachusetts, en 1959 y un doctorado en
historia de Richmond University en Londres en 2006. Esa última fecha no indica una
vocación tardía, sino la reafirmación de una vocación largo tiempo practicada. Su labor,
y su incorporación hoy, tienen honrosos antecedentes en historiadores puertorriqueños
como Eduardo Neumann Gandía, Francisco Lluch Mora, Ramón Rivera Bermúdez
y particularmente Generoso Morales Muñoz, cuya medalla, número 36, ostentará la
académica electa.
Estos historiadores se distinguieron como historiadores municipales, por ocuparse preferencialmente de la historia de su pueblo. A lo largo de las décadas su vocación ha ganado relieve, según han demostrado que para historiar un municipio no solo se necesita revisar libros ya publicados ni ir al archivo, sino que la tarea exige localizar y rescatar las fuentes (tanto papeles, como edificios, obras pictóricas, objetos e historias orales) para entonces protegerlas, ordenarlas, y utilizarlas como base para relatos y análisis.
A investigadores de ese talante se les llama ahora en inglés “public historians”, y lo digo primero en inglés porque la traducción literal a “historiadores públicos” no les hace justicia. Son historiadores públicos porque sus obras no están dirigidas a estudiantes en un salón de clase ni a los usuarios de una biblioteca, sino a los lectores de periódicos y revistas, los oyentes y espectadores de radio, televisión y conferencias, y los visitantes de lugares históricos. Son historiadores divulgadores, pero también historiadores exploradores y misioneros. Persiguen una meta de esa “public history”, que es profundizar y darle poder a la conexión de la gente con su pasado.
Desde la década de 1960, la doctora Reichard ha ocupado cada una de esas atalayas para hacer oír su mensaje: periódicos de cobertura nacional (El Mundo, El Imparcial, el San Juan Star, El Nuevo Día, El Visitante) un periódico del oeste (Visión), libros, revistas universitarias, revistas populares impresas y en internet, entrevistas en radio y televisión, e innumerables conferencias para niños y adultos. Se ha ocupado además de compilar un acervo documental histórico que, me consta, ha compartido con otros historiadores, como el fenecido Teodoro Vidal y varios compañeros académicos. Además, lo ha presentado para uso público a través del Archivo Digital Nacional organizado por el señor Joseph Harrison.
Nuestra nueva académica, con su práctica, ilustra el lema de que “todo tiene historia”, especialmente que todo en Aguadilla tiene historia. Sus artículos cubren desde Cristóbal Colón a Néstor Rodríguez Escudero, pasando por las antiguas familias, el Grito de Lares, el Ojo de Agua, José de Diego, Arturo Schomburg (de quien nos hablará más hoy), Rafael Hernández, Enrique Laguerre, la moda, las Navidades y hasta el béisbol. Más recientemente, ha estudiado las inmigraciones a la zona oeste del País, particularmente desde Cataluña, Santo Domingo, y lo que ahora llamamos Alemania.
Su obra forma un caleidoscopio cuyas piezas pueden combinarse en múltiples patrones. Para mí representan cuatro temas principales:
- 1º, la preocupación fundamental de historiar a Aguadilla y su entorno, a la cual ha dedicado cuatro libros: Memorias de mi pueblo … Aguadilla, 1991; Tertulias aguadillanas, 1993; Hacienda La Concepción, 1999; Historias, añoranzas y aclaraciones sobre San Carlos de la Aguadilla, 2018.
- 2º, historias de la religiosidad puertorriqueña y particularmente la devoción mariana, en Quinientos años de la mano de María, 1988; María en la historia de nuestro pueblo, 1996; María, Madre de la Divina Providencia en la historia de Puerto Rico, 2018. Diez años antes (2008), publicó Santa Rita, una hacienda para la historia puertorriqueña, que presenta la historia de una hacienda que ahora es convento, pero también toca otro tema frecuente en la producción de la autora,
- 3º la historia de la mujer. No le ha dedicado otro libro, pero sí artículos desde 1982, sobre la situación de la mujer puertorriqueña, como esclava en las haciendas, como insurrecta en el Grito de Lares, estudiante en el cambio del siglo XIX al XX, aviadora en Clara Livingston, personaje de la literatura actual puertorriqueña, y líder en la sociedad.
- 4º Por último, no menos estudiado pero muy diverso, incluyo el tema de las tradiciones y costumbres puertorriqueñas, tratado en sus cuentos infantiles, historias de Aguadilla, y múltiples artículos sobre fiestas patronales, carnavales, Navidades, cuaresma y Semana Santa, restaurantes, tertulias, muebles y música.
Este listado no agota el inventario de escritos de la académica electa. Su variedad podría
sugerir otras categorías a otros lectores. Aunque la abundancia sugiere una dedicación total y exclusiva a la escritura, la doctora Reichard también ha cuidado una familia, labor que no puede dejar de mencionarse, ejerció de profesora en el colegio San Carlos, de consultora histórica para la Iglesia Católica y el municipio de Aguadilla, de asesora a la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla y la Universidad Interamericana y a diferentes organizaciones cívicas y religiosas. Su labor le ha valido múltiples honores y reconocimientos por décadas. En 2003 el alcalde y la legislatura municipal de su ciudad la nombraron Historiadora Oficial de Aguadilla. En 2011 fue electa a la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico y posteriormente a la Academia de Historia de San Germán. En junio de 2014 la Universidad de Puerto Rico le otorgó un doctorado en Humanidades honoris causa. En marzo pasado fue electa a la Academia Puertorriqueña de la Historia y esta tarde presenta su discurso de incorporación, titulado Arturo Alfonso Schomburg (1874-1938): filiación, origen e identidad de una genealogía equivocada.
La Sección relacionada a la Dra. Haydée Reichard del Boletín de la Academia está disponible en el siguiente enlace: